El Pueblo de Villacañas, en homenaje a las víctimas del accidente ocurrido el 9 de agosto de 2011. Ioan Andrei, Dan Andrei, Dan Teodor Boian, Ancuta Ionela Rus. In memoriam». Este sencillo texto, escrito en una placa metálica sobre un pedestal, guardará el recuerdo de los cuatro jóvenes fallecidos en el accidente ocurrido en una atracción de la Feria de Villacañas hace ya casi un año. Ha quedado instalado en una de la entradas al lugar de la tragedia, el recinto ferial villacañero.
La placa fue descubierta ayer en un sencillo homenaje en el que decenas de villacañeros pudieron testimoniar su pesar por lo sucedido a los familiares de los cuatro jóvenes rumanos. Las familias de los hermanos Andrei, de Teodor Boian y la joven Ionela Rus (que perdió la vida a la corta edad de 16 años), estuvieron también acompañadas por una representante de la Embajada de su país en España, la consejera Stefana Rotaru. Muchos de estos allegados vinieron expresamente al acto desde este Estado de la Europa del Este, al que volverán para efectuar allí otros actos de homenaje a las víctimas.
En un emotivo discurso, el alcalde villacañero, Santiago García Aranda, tuvo unas palabras para los familiares con el fin de sumarse a su dolor, acompañándoles en su duelo y resguardando la memoria de los cuatro jóvenes. Rememoró que las pasadas Fiestas de 2011 se vieron marcadas por el trágico suceso de la fatídica madrugada del 9 de agosto. Por ello este año, antes de que comenzasen los actos festivos, se quiso dedicar este día al recuerdo de estos cuatro jóvenes, «que siempre estarán en la memoria colectiva de Villacañas».
García Aranda agradeció la presencia de la representante de la Embajada rumana así como del resto de personas que se sumaron al acto, con la esperanza de que al menos reconforte un poco a las familias de los fallecidos y les dé un poco más de fuerza para afrontar el proceso legal por el siniestro, que aún sigue abierto. «Espero y deseo que este proceso no se demore mucho en el tiempo», comentó el edil.
Por su parte, la consejera de la embajada rumana, Stefana Rotaru, expresó sus condolencias y se sumó al dolor de los familiares al manifestar que «los hijos son un tesoro; cuando los pierdes aún lo son más».
El momento más emotivo de un acto en el que se sucedieron aplausos, sollozos y oraciones llegó cuando los familiares de las víctimas tomaron la palabra. Flavia Andrei, hermana de dos de los fallecidos, afirmó resignada que «la vida es cruel, pero quiénes somos para oponernos a la voluntad de Dios y del destino».
Por último, la tía de Daniel Boian, Cornelia, también expresó su pesar, pero incidió en el hecho de que un año después aún no se haya resuelto lo ocurrido en la atracción. «Alguién de la Justicia se mueve muy lento. Cuatro chicos han muerto y el culpable no da la cara para decirnos algo. No hemos recibido ninguna llamada», sentenció.
La Tribuna de Toledo.
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